Ayudar a un amigo a procesar las grandes y a menudo pesadas emociones que conlleva sobrevivir a una agresión sexual puede empezar por no culpar al superviviente, creerle y ayudarle a validar sus sentimientos, y capacitarle para curarse de un modo que sea saludable.

Escucha atentamente, sin juzgar ni culpar.

Dile a tu amigo que crees lo que dice, que estás a su lado y que no es culpa suya.

Hazles saber que te preocupa su seguridad y recuérdales que hay otras personas en su vida que les quieren y se preocupan por ellos.

Reconoce el valor de tu amigo y señala las buenas cualidades que tiene.
Recuérdales todos sus puntos fuertes y que se merecen una relación sana, feliz y divertida.

No trates de condonar o racionalizar el maltrato, ni de ser mediador entre las dos personas de una relación malsana. Nadie merece ser maltratado, y la violencia doméstica va contra la ley.

No intentes que tu amigo elija entre su pareja y tú, esto podría hacer que tu amigo sienta que no puede hablar contigo. Haz saber a tu amigo que estarás ahí cuando están preparados. que tu amigo sienta que no puede hablar contigo. Haz saber a tu amigo que estarás ahí cuando están preparados.